RSC: Que se haga y se disfrute haciéndola.

La responsabilidad social corporativa (RSC) también llamada responsabilidad social empresarial (RSE), se define en la Wikipedia (y sé que esto no es querer profundizar más) como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas, con el objetivo de mejorar su situación competitiva, valorativa y su valor añadido.

Veis algo como mínimo curioso ¿verdad? En la propia definición se deja claro que el objetivo no es ayudar a la sociedad en sí, sino la mejora de la empresa, pensamiento realmente egoísta donde los haya.

Hay muchos motivos por los que las empresas mantienen la RSC: por desgravaciones fiscales, por ser más competitivos, porque lo hace la competencia, por notoriedad, porque hay que ayudar a la sociedad… Seguramente, más de uno piensa que es una forma más que tiene las empresas para aumentar sus beneficios e incluso yo también lo pienso de más de una, pero ni podemos ni debemos meter a todas las buenas causas en el mismo saco.

De hecho, con la crisis, es lógico pensar que lo primero que las empresas reducen es su RSC para que sus beneficios no se vean mermados, pero según un estudio realizado por Forética (asociación de empresas y profesionales de la RSE), el 97% de las grandes empresas mantienen o incrementan sus políticas de responsabilidad social durante la crisis y el 83% de las empresas españolas afirman que la importancia de la RSE irá en aumento en los próximos años.

Entonces, me pregunto cómo actuar. En nuestra empresa se realiza RSC, ¿alardeamos de ella o nos lo callamos? Realmente siempre se dice que las acciones buenas no hay que contarlas, sino hacerlas. Pero claro, nosotros no somos una ONG, sino una empresa privada en un mercado muy competitivo, cuyo objetivo principal viene marcado por la obtención de beneficios por lo que nuestras acciones y esfuerzos deben ir encaminado a cumplir este objetivo. Por supuesto, siempre se perseguirá con la ética como estandarte.

Desde mi punto de vista, viendo como se mueve el mundo y dejando a un lado la utopía en la que me gustaría vivir, considero que da igual cuál sea el motivo que nos mueva a hacer RSC, lo importante es que se haga, se disfrute haciéndola y que se aporte lo que se pueda a la sociedad.

Desde aquí hago una llamamiento a que debería ser mandamiento ético para cualquier empresa destinar parte de sus recursos, ya sean económicos o humanos, a hacer RSC. Y hablo de cualquier empresa sin importar su tamaño o actividad.

Homemade tiene cinco meses de vida y realizamos RSC desde el primer día. Internamente, porque procuramos siempre el bienestar de todos los trabajadores de la empresa, es lo más valioso que tenemos y su calidad laboral debe ser la principal preocupación de la Dirección. Externamente porque por ejemplo firmamos un acuerdo con la Protectora de Animales ARCA de Sevilla para que de forma totalmente gratuita le realicemos su página web, su mantenimiento y la gestión de su comunicación, algo en lo que estamos involucrados todo el equipo de Homemade con muchísima ilusión, con el objetivo de aumentar el número de adopciones de animales en la provincia de Sevilla.

Sea por un motivo u otro y cada uno que llegue a su propia conclusión si la RSC es de verdad o no, nosotros estamos muy orgullosos de hacerla tanto dentro como fuera de la empresa y aportar nuestro grano de arena a la sociedad, deseando que se haga más grande a medida que la empresa crezca.