El valor de la marca es la idiosincrasia que una empresa ha ido construyendo con el paso del tiempo. Esta depende no sólo de la imagen que se quiera proyectar, sino de la experiencia de los usuarios con la misma. Así pues, no siempre es positiva ya que lo que se intenta vender y la respuesta del público potencial puede ser negativa.
El valor de la marca da unos motivos para preferir esa y no a otras. Por ejemplo, el Real Madrid es sinónimo de grandeza, títulos y épica. Pero también puede ser percibido como un club rico o favorecido por los estamentos del fútbol. Por lo tanto, la imagen proyectada no siempre coincide con la imagen que perciben de ti. Esta dependerá de la experiencia del cliente, de la calidad del producto y de la preferencia del consumidor. Además, las redes sociales han aumentado la importancia del valor de la marca puesto que actualmente cualquiera puede comentar en los perfiles de las empresas su experiencia con ellas.
¿Cómo desarrollar una idiosincrasia positiva?
Para ello es necesario poner en práctica algunas acciones como: utilizar un buen logotipo para toda la empresa que represente lo que queremos transmitir, es fundamental el servicio de atención al cliente, que la empresa tenga una buena historia, hacer un buen uso de las redes sociales, participar en actos de valor social como acciones que respeten el medioambiente, que sean feministas o que apoyen a los más necesitados. Además, es importante no sólo la atención al cliente, sino la fidelidad de este. Para ello, una buena estrategia sería la consecución de recompensas por la compra de los productos. Esta medida es algo que ya han implementado algunas empresas de comida rápida.
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