El Internet de las cosas

Suena el despertador, te levantas y te diriges a la cocina dispuesto a desayunar. Al abrir el frigorífico te das cuenta de que queda poca leche. Sin problemas, accedes a la pantalla de la puerta del frigorífico, conectas por internet con tu tienda preferida y haces el encargo. Esto no es ciencia ficción, es el internet de las cosas.

Hoy día tenemos muchos aparatos conectados a internet constantemente (ordenadores, smartphones, tabletas) Estos instrumentos se encargan de recoger toda la información que le vamos solicitando para hacernos la vida un poco más fácil. ¿Pero qué pasaría si estos aparatos se conectasen entre ellos sin mediación humana para ofrecernos información que podría interesarnos? Eso sería realmente el internet de las cosas, maquinas “hablando” con maquinas sin intervención humana.

Para que esto sea posible existen unos instrumentos llamados balizas informativas que mediante señales bluetooh de baja intensidad, se comunican con nuestros smartphones para enviarles información como noticias, ofertas, etc.

Pongamos un ejemplo para poder entenderlo mejor:

Entramos a una tienda para interesarnos por un determinado producto, pero desgraciadamente en ese momento lo encontramos un poco caro y no nos lo podemos permitir.

Al poco tiempo, pasamos por la puerta de esa misma tienda y nos llega un mensaje a nuestro smartphone en el que se nos dice que el producto por el cual suspiramos ahora se encuentra de oferta.

Esto se consigue gracias a la comunicación que se ha realizado entre la baliza informativa y nuestro smartphone, y lo mejor de todo es que nosotros no hemos tenido que intervenir para nada.

Solo con este ejemplo podemos darnos cuenta del potencial que tiene esta tecnología ya que esto significaría que tendríamos publicidad dirigida expresamente a nosotros.

Un caso de publicidad exclusiva para una persona ya se puso en marcha en Londres con motivo de los Juegos Olímpicos de 2012.

Durante la celebración de dichos juegos una compañía instaló una serie de papeleras digitales por todo Londres. Cuando una persona pasaba cerca de unas de ellas, la papelera rastreaba la dirección MAC, que es una información única para cada Smartphone, y el modelo del Smartphone. ¿Para qué hacer esto? Fácil, si el Smartphone de la persona que pasaba cerca era un Samsung, la papelera mostraba publicidad de Samsung.

Como podemos comprobar estamos entrando en una nueva época en lo que a publicidad se refiere, y como todas las cosas nuevas habrá que ver como evoluciona.